- Estufas colgantes, para ir subiéndolas a medida que crece mi hija.
- Ropa extensible con el mismo sistema de botones de los bodies.
- Un pañal provisto con un film separador desmontable para que el popó pueda irse por el inodoro y el resto con pipí al tacho.
- Teclado con sonidos del tecleado que se mimeticen con el ambiente y el horario. Si escribo de 4:30 am hasta las 8:00 am que emita sonidos lejanos de pájaros cantando. Si escribo durante la siesta que emane el agradable arrullo de la brisa primaveral sobre las flores blancas de los tréboles del jardín.
- Un mouse que cliquee al cerrar uno de mis párpados, de más está decir que esté exento de ruidos.
- Un robot perseguidor que vaya tras los pasos de mi hija acomodando todo en su lugar.
- Una cama matrimonial con paneles anticaídas desplegables.
- Un triciclo con regulador de velocidad.
- Una vincha de silicona invisible para protegerle la frente.
- Una pechera con airbag para protegerla en los viajes y cuando se tropieza.
- Zapatillas con almohadones en las puntas para llegar más rápido a evitar las caídas.
- Conjunto de ropa y pechera de velcro para cuando la llevo dormida a upa y necesito de mis dos manos.
- Una máquina que fabrique tiempo para desarrollar todas las ideas que se me ocurren.
Mamá se va a trabajar y papá trabaja en casa. Estas son las divertidas historias de aprendizaje de un padre y su hija.
miércoles, 21 de septiembre de 2016
Inventos (aún no inventados) para padres primerizos
Este compendio, está destinado a esas ideas "geniales" que se me ocurrieron en momentos difíciles de la crianza de mi hija y que nunca terminaron en algo concreto.
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