jueves, 24 de marzo de 2016

Un sueño hecho realidad

Mi maestro de poesía siempre nos repetía, que durmamos con el anotador abajo de la almohada, así podíamos transcribir nuestro sueño al despertar antes de olvidarlo.

Lamentablemente nunca lo hice y muchos sueños épicos que tuve a lo largo de los años, se perdieron como un recuerdo que nunca existió.

Una noche, a casi seis meses del nacimiento de mi hija, soñaba que le estaba escribiendo a ella uno de los más bellos poemas de mi vida. Lo más interesante fue, que mientras lo escribía, me repetía a mi mismo en el sueño que lo memorizara para no olvidarlo al despertarme.

Una fuerza desconocida me dio un cachetazo onírico que me levantó de la cama con una lucidez inaudita. Eran las 3 de la mañana y había tanto silencio que escuchaba la respiración de mi esposa a mi lado y la de mi hija en la otra habitación turnándose como en un susurro colectivo y melódico.

No tengo mucho más para contar de esa noche, salvo que me encontré a las seis de la mañana con un libro de poemas para mi hija terminado. La historia de como llegó a ser lo que es hoy será para otra vez.

Si alguno quiero leerlo...

https://goo.gl/VX4vyl


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