lunes, 21 de marzo de 2016

Mascotas apropiadas

El peso de nuestra historia empuja nuestras decisiones.

De niño tuve una perra que me acompañó por casi veinte años y fue muy triste la despedida.

Más adentro en el tiempo, a mi esposa y a mi, nos adoptó una bolita de pelos asustada que encontramos agazapada contra nuestra puerta una madrugada lluviosa. Fueron casi tres meses hermosos, hasta que la tragedia, golpeó el espíritu indomable de nuestra mascota.

Mi hija enciende todos sus motores de felicidad cada vez que se cruza con un perro, pero el peso de mi historia, se niega todavía a abrirle las puertas a mi corazón canino.

Buscando otro tipo de mascota apropiada para los niños, encuentro en internet al candidato ideal.

Al otro día, nos fuimos a una tienda de mascotas a confirmar si era una buena elección. Volvimos a casa con una caja de más, alimento balanceado  y la ansiedad de mi hija.

Fabriqué un cubil con todas las comodidades necesarias, dispensador de agua y comida automático, ventilación apropiada, reparo contra vientos fuertes y una sección seca para descansar con aires de suite.

Mi hija corría, jugaba, acariciaba, abrazaba; pero la delicadeza extrema de este tipo de animal se enfrentó al exceso de amor que ella tenía para ofrecer.

Al cabo de una semana, salió un retiro voluntario forzoso y conseguí un lugar adoptivo permanente.

Seguramente esperaremos un año más para intentar integrar alguna otra mascota a nuestra familia.

PD: Los bichos eran dos, una pareja. Desconfíen del vendedor que les diga que a este tipo de animales no les gusta estar solos. Una pareja, implica también doble cantidad de popó para limpiar, pasaron dos semanas y todavía la encontraba escondida por ahí y por allá.

PD2: La casa adoptiva permanente, paso a ser transitoria, los mismos problemas que en casa, más el plus de que varias plantas de aromáticas pasaron a mejor vida.

PD3: La próxima, voy a comprar una jaula primero.  El cubil, al parecer, tenía varias salidas de emergencia, insisto con los regalitos en lugares insólitos.

PD4: Nunca conocí a los terceros en discordia, pero al parecer tienen campo y una huerta con cerco.

Aunque parezca una historia triste, hay algo muy positivo que puedo rescatar. Los conejos comían tanto pasto, que esa semana no lo tuve que cortar.

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